domingo, 24 de junio de 2012

A 9 años de la ley contra la discriminación algunos grupos siguen padeciéndola


Grupos de la sociedad "no han alcanzado reconocimiento a su calidad de personas con igualdad en dignidad y derechos"

Nueve años han transcurrido desde que en México entró en vigor la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, y aún mujeres, quienes tienen una orientació sexual distinta a la heterosexual, personas con discapacidad, quienes viven con VIH/Sida, indígenas, personas de la tercera edad y aquellos en condición económica vulnerable, continúan siendo objeto de prejuicios y estereotipos que alimentan las prácticas discriminatorias, excluyentes, denigrantes y antidemocráticas.

Integrantes de grupos como los mencionados no han alcanzado reconocimiento a “su calidad de personas con igualdad en dignidad y derechos”, tal y como pone en evidencia el presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Ricardo Bucio Mújica.

Como parte de “Matices”, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), puso a consideración de la opinión pública el tercer volumen de esta colección: “Caminos por la igualdad: Ciudadanía y no discriminación”.

seguir leyendo... Las páginas de este ejemplar dejan clara una idea: la urgencia de avanzar hacia una sociedad más justa, igualitaria, libre y solidaria, que en otras palabras no es más que alcanzar la consolidación de la democracia.

Por eso, el protagonista implícito de este libro es el activismo a favor de los derechos humanos y la no discriminación. “Todos los textos comparten un mismo telón de fondo: La lucha contra la discriminación”.

Para plasmar esta lucha, quién mejor que la ciudadanía organizada que el siglo pasado y en el presente, han desempeñado una labor fundamental para impulsar y enriquecer diversos procesos democráticos, como señala el titular de Conapred.

“Lo han hecho a través de protestas e iniciativas legales; pintando muros, rompiendo banquetas para abrir las primeras rampas para personas con discapacidad, haciendo performances, publicando en las redes sociales, negociando tratados internacionales, abriendo espacios en medios de comunicación, creando campañas educativas, dialogando con todos los sectores sociales, incidiendo en políticas públicas, promoviendo análisis e investigaciones, tocando las puertas del congreso, acompañando víctimas, celebrando la diversidad, confrontando prejuicios y estereotipos, contrarrestando al autoritarismo en todas las formas imaginables…

“Algunos de esos procesos son el contenido de este libro, relatados por las voces de sus protagonistas”, manifiesta.

Las y los autores que participan en el libro son: Clara Jusidman, Daniel Gershenson, Fabienne Venet, Federico Fleischmann, Guadalupe Morfín, Jesús Robles Maloof, Juan Martín Pérez, Judith Vázquez, Lol Kin Castañeda, Lucía Lagunes, Luis Perelman, Maite Azuela, María Elena Morera, Mario Luis Fuentes, Martha Sánchez, Tania Ramírez.

En este sentido, en Caminos por la igualdad. Ciudadanía y no discriminación, explica el presidente de Conapred, “las autoras y autores evocan las formas en que la sociedad civil organizada ha impulsado el reconocimiento de los derechos de la perspectiva de género, de grupos de población que han vivido desigualdad, discriminación e incluso desaparición y muerte, así como las acciones que han generado los cambios legales y las políticas públicas necesarios para combatir estos problemas”.

Ricardo Bucio aclara que la participación conjunta de todas las instancias del Estado y de las organizaciones de la sociedad civil, es fundamental para prevenir, enfrentar y abatir la discriminación.

Y es que también ha pasado un año de la Reforma Constitucional en Derechos Humanos, y como hace notar Ricardo Bucio, “sigue siendo imprescindible realizar más cambios legales, políticos, económicos, sociales y culturales que busquen promover los derechos de las personas y grupos que todavía son discriminados”, señala el presidente de Conapred.

Por ejemplo, Daniel Gershenson, uno de los autores de este libro, comienza el capítulo que escribió reflexionando: “En un mundo ideal, o si México hubiese adoptado el ejemplo de otros países y contáramos ya con instituciones fuertes capaces de equilibrar relaciones disfuncionales y resolver el grave problema de desigualdad que nos aqueja, que exacerba diferencias y acentúa la discriminación contra grupos vulnerables, quizá no estaría yo actualmente inmerso en distintas causas ciudadanas. Tal vez habría permanecido en la administración del pequeño negocio en el que me encontraba antes de que tomara el camino del activismo intensivo, y de tiempo completo”.

El activista se manifiesta en favor de una ciudadanía militante, de las nuevas formas de activismo en defensa de los derechos humanos y la no discriminación, subrayando la importancia de la organización, la comunicación, el cabildeo ciudadano, el trabajo con medios de información y el uso estratégico de Internet y las redes sociales digitales”, tal cual explica el propio Ricardo Bucio.

Igualmente, doce sobre Luis Perelman que con aportaciones de Hazel Gloria Davenport, “escribe lúdicamente sobre las prohibiciones sociales de hablar neutralmente o a favor de la diversidad sexual, para no “incitar” la homosexualidad; prohibiciones que pretenden lograr que ningún heterosexual quiera ser homosexual y que a ningún homosexual o transgénero le hubiese gustado ‘haber nacido así'”.

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